Reflexiones de una mujer negra sobre tu feminismo blanco

Por que recordemos que el feminismo será antirracista, ¡o no será!

Como usuaria habitual de Twitter, un día antes de mi primera marcha del 8M, vi una imagen que me hizo reflexionar sobre lo poco que conocía del feminismo en ese momento. La imagen decía: “No somos iguales. Porque mientras sus abuelas querían salir a trabajar, las mías nunca dejaron de hacerlo […] Porque cuando tuvieron voz y voto, pocas veces la usaron para hablar de nosotras […] Porque no dividir un movimiento es más importante que nuestras vidas. […] Porque no puede haber libertad para unas sin libertad para todas”. Esta imagen me llevó a cuestionar mi identidad como mujer afrodescendiente y por qué no me sentía parte del feminismo.

A medida que fui aprendiendo más sobre el feminismo, me di cuenta de que no todas las narrativas y demandas feministas me representaban y no entendía por qué. Me pregunté por qué el feminismo no parecía protegerme como mujer negra. Fue a través del conocimiento de las diferentes ramas del feminismo que finalmente descubrí el afrofeminismo, el cual me permitió ponerle nombre a muchas de mis experiencias acumuladas. El afrofeminismo es una corriente que busca dar lugar a las reivindicaciones específicas de las mujeres negras, quienes somos objeto de múltiples opresiones sociales producto de encarnar cuerpos e identidades no hegemónicas, racializadas y construidas desde la perspectiva de sujetos hegemónicos.

El afrofeminismo me permitió conectarme con mis ancestras, con mi niña interior, con el amor por mi identidad y mi cabello, y finalmente sentirme cómoda en una rama del feminismo. No obstante, no todas las mujeres tienen que sentirse cómodas con un grupo específico, pero tener una red de hermanas y hermanes que experimentan vivencias similares a las tuyas ayuda a sentir que no estás sola.

La interseccionalidad es otro término importante que conocí mientras estaba en la universidad. Este concepto reconoce que las mujeres no somos un grupo homogéneo y que nuestras experiencias son diferentes y complejas. Por ejemplo, una mujer negra puede experimentar el sexismo y el racismo de manera simultánea, lo que puede llevar a una opresión específica y única que no puede ser comprendida solo a través de la lente del feminismo o del antirracismo de manera aislada.

Conocí también el término “misogynoir”, que se utiliza para explicar la violencia y discriminación que vivimos las mujeres negras en varios ámbitos, incluyendo el mundo laboral, la cultura popular y la política. Finalmente encontré una guía para las preguntas que rondaban en mi cabeza.

Es fundamental reconocer que no somos iguales, no vivimos las mismas experiencias y no sentimos lo mismo, pero podemos apoyarnos mutuamente. El afrofeminismo no necesita aliadas, necesitamos mujeres verdaderamente antirracistas que no solo desmantelen el racismo en sí mismas, sino también en sus círculos. Es importante que respeten la cultura, los espacios y voces de los cuerpos negres, si tienen espacios propio incluir a las voces negras, que se informen sobre el privilegio blanco y su impacto, y detengan el círculo

vicioso del racismo. Las y les invitó a la reflexión, a dudar de ustedes mismas y a preguntarse, ¿por qué me incomoda ver un grupo de mujeres negras en la marcha del 8M? ¿Por qué cuando una mujer negra habla de su experiencia, lo primero que pienso es que está molesta y “arrebatada”? ¿Por qué si veo un cartel que cita “no confío en el feminismo blanco”, me siento ofendida?¿Por qué tantas feministas blancas dicen que el afrofeminismo “divide” el movimiento?

Y a mis hermanas y hermanes negres, estamos aquí, a su lado. Todos los días trabajando y hablando por nuestras niñeces, creando espacios para todas y todes, investigando, trabajando en las leyes, invadiendo espacios e incomodando al sistema para poder fortalecer nuestro palenque día a día. Nunca sientan que no tienen compañía en el camino, siempre hemos estado, siempre estamos y siempre estaremos.

Culmino diciendo que es importante reconocer que nuestras diferencias no nos separan, sino que nos enriquecen y que ese pensamiento separatista responde a la supremacía blanca. Cada una de nosotras tiene una historia y una experiencia de vida únicas que pueden ser compartidas y aprendidas. Debemos tener en cuenta que el movimiento feminista debe incluir a todas las mujeres, independientemente de su raza, origen étnico, orientación sexual o cualquier otra característica. La diversidad nos fortalece y nos hace más fuertes como movimiento. Por que recordemos que el feminismo será antirracista, ¡o no será!

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